44º día de viaje
Después del día de ayer mi preocupación era el estado de la carretera de bajada al siguiente punto.
He preguntado en recepción y me han dicho que la carretera está bien de asfalto. He repostado la moto y las 2 garrafas y he salido de Dasoguz. Nada más salir, la carretera en buen estado y tramos de “autovía “en precario estado, y al llegar un cruce ha cambiado a una autovía de 3 carriles buena, aunque al rato se ha estropeado un poco el asfalto, pero esto es una delicia. He empezado a coger desierto, pero a buena marcha por la autovía y al llegar al pozo o cráter en llamas de Darvaza, no he parado porque según me han informado desde la carretera hasta el hay casi 6 kilómetros de pista de arena por el desierto, así que lo tenía claro que no iba a entrar a verlo.
Al llegar a la zona de Darvaza he pasado por uno de los cráteres llenos de agua a 100 metros de la carretera, he aparcado en ella y he ido a verlo. A unos 350 kilómetros he pasado un pueblo con gasolinera, he parado a repostar y refrigerarme y he continuado dirección a Asfajad para coger el cruce a Turkmenabasi.
Antes de llegar a Asfajad he cogido el desvió y la autovía ha mejorado, (será porque es la única que va a la costa).
faltando casi 160 kilómetros he visto una oscuridad al fondo como una tormenta descargando agua (pobre de mí), conforme me acercaba, el viento ha aumentado y era una tormenta de arena impresionante, el asfalto de la autovía no se veía de la cantidad de arena que pasaba por ella. A 100 kilómetros de la llegada, he parado a repostar (entre el aire y la velocidad más subida, el consumo de la moto estos días ha subido de media a 5,4 litros cada 100 kilómetros en todo el recorrido) y he llegado a Turkmenabasi sobre las 12 de la noche.
En los hoteles continuan sin tener wifi, ni telefono internacional.